miércoles, 18 de julio de 2012

Capítulo 2 de "Unas Vacaciones de Terror"


Los chicos investigarían el 2º piso y las chicas el 3º.  Luego de terminado el recorrido haríamos un concurso, se trataba de ver cuál de los dos equipos encontraban cosas más interesantes. Así que ambos líderes llevaban una libreta y una lapicera y estaban dispuestos a escribir hojas y más hojas con tal de ganar. A mí ese tipo de competencia me parecía sana, no tendríamos que andar matándonos a piñas, aunque si los chicos no se ponían de acuerdo con algo…
Pero bueno, eso lo resolverían ellos por sus propios medios, a nosotras que nos dejen con nuestra tranquilidad.
Los dos equipos subimos juntos por la escalera de caracol, rumbo al 2º piso. Los chicos se quedaron y comenzaron a abrir puertas, mientras nosotras seguíamos subiendo los escalones hasta llegar al 3er piso.
Había un largo pasillo, y a cada uno de sus lados, incontables puertas. Luana le pidió las llaves a Lucía y esta se las entregó. Abrió la primera puerta y encontramos una gran habitación con dos placares, un gran espejo y al fondo otra habitación; supuse que sería un baño. Esta vez Sofía fue quien abrió la puerta. En ese momento pensé “le erré a las peras”, ya que era una biblioteca muy acogedora y con grandes estantes llenos de libros que, a primera vista, parecían muy antiguos. Luego pensé que quizá sólo era el efecto del polvo, acumulado por mucho tiempo.  Cerca de una de las estanterías había un gran sillón gris. Me senté en él. Cerré los ojos y me dije “Un cómodo sillón de mi color favorito, campo, y muchos libros, ¡¡¡esto se va a poner bueno!!!”,  y recordé esa famosa frase de un cómico de  una serie argentina. 

1 comentario:

  1. està ree bueno mayra:) segui escribiendo el otro que yo te ayude a inspiraretee con lulii jajaja sabrii

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