Nuevamente quiero compartir con todos mis lectores una entrevista realizada a otra gran escritora uruguaya como lo es Magdalena Helguera. Debido a que no tengo posibilidad de comunicarme con ella personalmente, le realicé la entrevista mediante correo electrónico.
1-¿Cuándo te diste cuenta de tu potencial para
la escritura y sentiste la necesidad de comenzar a escribir?
La necesidad la
tuve muy tempranamente; desde los nueve o diez años, y más a partir de los
once, escribía mucho en casa, pero solo para mí (o casi, solo a veces con
alguna amiga compartía alguna cosa). Me ayudaba a pensar, a aclarar ideas, a solucionar
problemas, a sacarme enojos.
También leía
muchísimo, admiraba mucho a varios escritores (reales o ficticios, como Jo, la
de Mujercitas) y me preguntaba cosas sobre la escritura (¡muchas eran las
mismas que me preguntan ahora cuando voy a escuelas y liceos!). Ya en la
adolescencia creo que me parecía algo fascinante ser escritor/a, pero también
algo bastante temible y raro, algo para gente de otra época, de otro lugar, de
otra manera de ser, no para alguien “común y corriente”. Nunca creí tener potencial para escribir algo
que pudiera interesar a otros (en las redacciones de la escuela rara vez pasaba
del MBB) –aunque en el liceo me dio por escribir algunos versitos humorísticos
que le hacían bastante gracia a mis compañeras-, y menos para enfrentar la
exposición pública que esta tarea a veces conlleva.
Los niños me
ayudaron, porque fue a ellos, en la escuela y en casa, a quienes les leí mis
primeros cuentos (sin decirles, al principio, que eran míos, je). Tenía casi
treinta años cuando me animé a empezar a presentar algunos a concursos (y eso
porque eran bajo seudónimo, je).
2-¿Cuál es el escritor que más admiras o te
gusta leer?
¡Tantos! Sería injusta (y desmemoriada) si
nombrara solo uno… (Con lo larga que me quedó la respuesta anterior, creo que
esta podemos dejarla para la próxima).
3-Al escribir, ¿piensas en el lector?
Creo que sí, a veces. Sobre todo al revisar,
corregir y trabajar con el lenguaje. Pero trato de no encadenarme a eso; creo
que la tarea del escritor es escribir lo que tiene que escribir, y no lo que
los lectores (o sus padres, o sus docentes, o sus editores, en el caso de las
obras para niños y jóvenes) esperan que escriban.
4-Para escribir, ¿tienes algún horario o
rutina?
No, imposible. Escribo cuando puedo, y no
siempre puedo, porque tengo muchas otras cosas que hacer. La única rutina,
actualmente, es sentarme con la compu, generalmente en el escritorio, pero a
veces en otros lados. Escribo sobre todo en vacaciones, y -actualmente- en las épocas de menor trabajo
en Formación Docente; de abril a octubre, solo en breves ratitos robados.
5-¿Crees en la inspiración?
Un poco, pero creo que tiene mucho de
dedicación, concentración y observación del mundo. Sin ellas es difícil que
aparezca la inspiración. Yo para llegar a ese momento en que la historia toma
vuelo propio y la escritura fluye casi sola, por lo general necesito un par de
días de inicios, relecturas, tropiezos y lucha con las palabras.
6- Cuando estás en el proceso de escribir, ¿te
retroalimenta la lectura de otros autores?
No me he puesto a pensar en eso, pero creo que
sí. Lo que pasa es que leer es algo tan
natural y cotidiano, que no me doy mucha cuenta. Pero eso sí: cuando estoy en
medio de la lectura de una historia muy intensa, no paro para escribir, y
viceversa: si estoy en esos momentos en que la historia que escribo se va
construyendo como si ya tuviera un
destino fijado, no paro para leer.
7-Una vez que tu texto está terminado, ¿lo revisas?, ¿se lo das a leer a
otros?
Sí, lo reviso
muchísimo. Si es largo, releo y corrijo lo ya escrito al retomarlo. Al final lo
dejo un tiempo “en barbecho”, así puedo releerlo más objetivamente, y en
algunos casos (cuando el libro demora en publicarse) hago esto varias veces.
En cuanto a dárselo
a leer a otros, me encantaría poder hacerlo, como cuando empezaba a dar los
primeros pasos en esto. Pero a medida que acumulo años y libros, cada vez son
más las personas que me piden que lea sus obras y les dé su opinión, y menos
las que están dispuestas a leer críticamente las mías y decirme con sinceridad
lo que piensan.
8-¿Crees que la tecnología le ha restado
espacio a la literatura infantil?
No,
tal vez sí haya reducido las oportunidades a ciertas lecturas que solo
aportaban cierto entretenimiento fácil y liviano (porque es más fácil y liviano
todavía mirar la tele o jugar con videojuegos); pero la verdadera literatura,
esa que juega creativamente con las palabras
o que hace vivir experiencias simbólicas fuertes, no puede ser sustituida
por esas actividades.
Por
otra parte, la tecnología también ayuda a producir libros más atractivos y a
precios más accesibles, o sea que lo que quita por un lado, lo agrega por otro.
En nuestro país, por ejemplo, los niños y adolescentes de hoy cuentan con una
variedad y diversidad de libros muchísimo mayor que hace treinta, cincuenta o
cien años.
9- Teniendo en cuenta que mi blog es referente
a la lectura, qué consejo te gustaría dejarnos a los jóvenes relacionado con
este tema?
En algún lugar cada persona tiene un libro esperándolo para darle vuelta la cabeza y cambiarle la vida para siempre. Los que creen que no les gusta leer, es porque aún no han experimentado la felicidad de encontrarse con ese libro. ¡Hay que seguir buscando!
Muchísimas gracias Magdalena por tus respuestas y tu dedicación, se que estás muy ocupada y que has hecho un gran esfuerzo para contestar mis preguntas y eso me llena de agradecimiento.
Y a ustedes lectores, que disfruten las palabras de esta ESCRITORA, y recuerden: "En
algún lugar cada persona tiene un libro esperándolo para darle vuelta la cabeza
y cambiarle la vida para siempre"
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